Formación online o presencial: ¿Cómo tomar la mejor decisión?

Formación online: pros y contras

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– Mahatma Gandhi

Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

Por: Norma Padilla

La formación académica ha evolucionado drásticamente en los últimos años, en gran parte gracias a los avances tecnológicos y a la transformación digital. Hoy en día, los estudiantes y profesionales se encuentran ante una decisión importante: elegir entre la formación online o presencial. Ambas modalidades ofrecen ventajas y desventajas significativas, y la mejor opción depende de factores personales, profesionales y contextuales. En este artículo, analizaremos los pros y contras de cada método de enseñanza, para ayudarte a tomar la mejor decisión según tus necesidades.

Formación online: flexibilidad y autonomía

Pros de la formación online

  1. Flexibilidad horaria. La formación online es conocida por su capacidad para adaptarse a la agenda de los estudiantes. No importa si tienes un empleo a tiempo completo, responsabilidades familiares o proyectos personales en marcha: puedes organizar tu tiempo de estudio de manera que se ajuste a tus horarios. Esta es una de las mayores ventajas del aprendizaje a distancia, ya que te permite acceder al contenido cuando más te convenga. Cuando las clases son por ejemplo a través de aulas virtuales, tienes la ventaja de no tener que desplazarte y realizar tu formación en la comodidad de tu casa, tener interacciones directas con el profesor y compañeros y hacer prácticas en vivo aunque a través de una pantalla. 
  2. Acceso desde cualquier lugar. Otro de los beneficios de la educación online es que no estás limitado por la ubicación geográfica. Puedes estar en cualquier parte del mundo y aún así tener acceso a instituciones de prestigio que ofrezcan cursos y programas de calidad. Esto abre una ventana de oportunidades para quienes, por razones logísticas o económicas, no pueden trasladarse a otra ciudad o país.
  3. Autonomía y autogestión. Estudiar de forma online te obliga a desarrollar habilidades de autogestión y organización del tiempo. A medida que avanzas en tus estudios, también aprendes a ser más independiente, a establecer tus propias metas y a cumplir con los plazos de entrega. Estas habilidades son altamente valoradas en el ámbito profesional.
  4. Variedad de recursos y herramientas tecnológicas. Las plataformas de aprendizaje en línea suelen ofrecer una amplia gama de recursos como videos, foros de discusión, material descargable y simulaciones interactivas. Este abanico de herramientas mejora la experiencia de aprendizaje y permite personalizar la formación a las necesidades individuales. Además, muchos cursos online incluyen acceso a actualizaciones constantes, lo que asegura que estés aprendiendo el contenido más relevante y actualizado.
  5. Costos más accesibles. La formación online suele ser más asequible que la presencial. Los costos de matrícula suelen ser menores, o incluso gratuitas en caso de algunas certificaciones profesionales subvencionadas por el SEPE, además, se eliminan gastos asociados como el transporte o la necesidad de mudarse. Si bien algunos programas pueden requerir la compra de software o materiales, en general, el costo total es significativamente más bajo que asistir a cursos presenciales.

Contras de la formación online

  1. Falta de interacción social directa. Uno de los mayores desafíos del aprendizaje online es la falta de contacto humano directo. Aunque las plataformas suelen ofrecer foros y videoconferencias, el tipo de interacción es más limitado que el que ocurre en un aula física. Esto puede ser una desventaja para aquellos que aprenden mejor a través de la interacción social o para quienes disfrutan de la colaboración cara a cara. A pesar de que en caso de ser aula virtual, las clases son en directo con un grupo online.
  2. Requiere autodisciplina. La flexibilidad de la educación online puede ser un arma de doble filo. Si bien es una ventaja para quienes pueden gestionar su tiempo con eficacia, también puede convertirse en un desafío para aquellos que tienden a procrastinar. Sin la estructura que ofrece la enseñanza presencial, es fácil postergar tareas y perder el ritmo del curso. Incluso en aulas virtuales es muy fácil que cualquier cosa te distraiga o creas que puedes hacer otras actividades de casa a la vez que estás en clase y pasar los detalles o simplemente perder la atención.
  3. Posible sensación de aislamiento. Aunque la tecnología permite una cierta conexión, algunos estudiantes pueden sentir que están estudiando en soledad. La falta de un entorno físico compartido con compañeros y profesores puede generar una sensación de desconexión, que puede afectar la motivación y el rendimiento.
  4. Requiere una buena conexión a internet. A pesar de la ubicuidad de la tecnología, no todas las personas tienen acceso a una conexión a internet de alta velocidad. Esto puede ser un obstáculo importante para el aprendizaje en línea, ya que muchas plataformas requieren una conexión estable para acceder a las clases en vivo, descargar material o participar en actividades interactivas.
  5. Reconocimiento y credibilidad variable. Aunque muchas universidades y plataformas online ofrecen títulos válidos y reconocidos, todavía existe cierta percepción de que la educación en línea es de menor calidad que la presencial. Esto puede variar dependiendo de la industria o el país en el que te encuentres, pero es un aspecto que no se debe pasar por alto al considerar la formación online.

Formación presencial: estructura y contacto directo

Pros de la formación presencial

  1. Interacción cara a cara. El aprendizaje en un entorno físico permite una interacción directa con profesores y compañeros. Esto facilita la discusión, la colaboración en proyectos y la participación en actividades grupales, lo que puede enriquecer la experiencia de aprendizaje. Para algunos, la presencia de un profesor o tutor en el aula es crucial para comprender mejor el contenido y hacer preguntas en tiempo real.
  2. Estructura y rutina. La formación presencial ofrece una estructura más definida, con horarios fijos y un ambiente diseñado específicamente para el aprendizaje. Esta rutina puede ser beneficiosa para quienes tienen dificultades con la autogestión o prefieren un entorno más organizado. Además, el hecho de tener que asistir a clases regularmente crea una responsabilidad que puede ayudar a mantener el enfoque y la disciplina.
  3. Acceso a instalaciones y recursos. Asistir a clases presenciales también te da acceso a instalaciones físicas, como bibliotecas, laboratorios, centros de investigación y equipos especializados. Esto es particularmente importante para carreras que requieren un componente práctico, como las ciencias, la medicina o la ingeniería, donde el acceso a materiales y equipos específicos es esencial para el aprendizaje.
  4. Networking. El contacto directo con otros estudiantes, profesores y profesionales es una de las grandes ventajas de la educación presencial. Estar en un entorno académico físico facilita la creación de redes de contactos que pueden ser muy útiles en el futuro, tanto para oportunidades laborales como para proyectos de investigación.
  5. Mayor enfoque y concentración. Para muchas personas, el simple hecho de estar en un entorno educativo dedicado puede mejorar la concentración. En un aula, con un profesor presente y sin las distracciones que podrías encontrar en casa o en una cafetería, es más fácil enfocarse en el contenido.

Contras de la formación presencial

  1. Menor flexibilidad. La mayor desventaja de la formación presencial es la falta de flexibilidad. Debes ajustarte a un horario fijo y a una ubicación específica, lo que puede ser un desafío si tienes responsabilidades laborales o personales. Además, cualquier cambio en tu vida (como mudanzas o cambios de trabajo) puede dificultar la continuidad de tus estudios.
  2. Tiempo de desplazamiento. Asistir a clases presenciales implica desplazamientos que pueden consumir tiempo y energía. Dependiendo de la distancia entre tu hogar y la institución educativa, esto puede representar una desventaja importante, especialmente si vives en una ciudad con mucho tráfico o sin acceso fácil al transporte público.
  3. Ritmo de aprendizaje fijo. En la formación presencial, el ritmo de aprendizaje está determinado por el grupo, lo que significa que puede ser demasiado lento o demasiado rápido para algunos estudiantes. En un aula con muchos estudiantes, es difícil que el profesor ajuste el ritmo a las necesidades individuales, lo que puede dejar a algunos estudiantes rezagados o aburridos.

Conclusión

Elegir entre la formación online o presencial depende en gran medida de tus necesidades personales, tu estilo de aprendizaje y tu situación actual. Si valoras la flexibilidad, la autonomía y la posibilidad de aprender desde cualquier lugar, la formación online puede ser la mejor opción para ti. Sin embargo, si prefieres la interacción cara a cara, la estructura y el acceso a recursos físicos, la formación presencial podría ofrecerte mayores beneficios.

Al final, no existe una solución única para todos. Lo más importante es considerar qué factores son prioritarios para ti y cómo cada modalidad puede ayudarte a alcanzar tus metas académicas y profesionales.

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